Escritos > El Filo

La noche estaba descargada
De presagios. Era viernes
La ventana mostraba a una vecina
Que se miraba a una esperanza
De las que nunca se concretan.

Martín y yo habíamos terminado
Una historia. Y te la dedicamos
¿En tu memoria?
¿Para memoria de los otros?
La emoción se cortó
Cuando el filo grueso del cuchillo
Se estrelló.
Contra el cuello de la botella de champán.
Como los cosacos
Y el cuello, con el corcho intacto,
Cayó sobre el cálido parqué.
No hubo espuma.
Casi no hubo lágrimas.
Apenas un abrazo.
¿En tu memoria?
¿Para memoria de los otros?
De nosotros.
El cuello de botella es un arma filosa
La historia es un arma pulida.
El vidrio es transparente, nada le importa,
Lo mismo corta arterias que esperanzas.
La historia, en cambio, nos interroga:
¿Qué debimos hacer, desde aquella tarde,
En que te cortaron la vida?
Madre, ¿qué debemos hacer?
¿Recordarte a vos?
O recordarnos a nosotros, quizás,
Que aún quedan muchas batallas
Por la dignidad,
Que no hay tanto vidrio
Desparramado
Para impedir nuestra memoria.
Madre, nuestra historia.